REGISTROS, MONTAJES.
Taller intensivo de auto-construcción básica y grabación con micrófonos de contacto, hidrófonos, micrófonos binaurales y bobinas de captación.
El taller se plantea como un campo práctico que articule una reflexión y un debate sobre el valor estético, narrativo y dramático de este tipo de registro en el audiovisual.
Intensivo de fin de semana.
Sábado 26 y domingo 27 de Enero de 2013.
Horario: de 10:00 a 20:00 aprox. (con parada 2h. aprox. para comer)
Lugar: Barcelona, Convent de Sant Agustí (sesión sábado) y Teleduca (sesión domingo)
Precio: 85€.
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CONTENIDOS PROGRAMADOS.
Rudimentos técnicos:
- tipos de conexiones y cableados audio. Usos.
- principios de soldadura para montaje y reparación de cables de audio.
- tipos de transductores (elementos que transforman vibraciones en señales eléctricas) simples y económicos o reciclados para la auto-construcción de micrófonos.
- comentarios sobre la incorporación de circuitos de alimentación o preamplificación.
- un micro de contacto básico (que graba reaccionando a vibraciones en sólidos)
- un hidrófono básico (que graba bajo el agua las corrientes, turbulencias, burbujas, etc.)
- un binaural (que graba un estereo que intenta reproducir la textura espacial del oído humano)
- las primeras pruebas de micrófonos se harán en el propio espacio del taller con pequeños elementos, objetos y materiales. Tras provar y comprovar las construcciones se saldrá a trabajar en dos contextos distintos: una exploración del entorno natural más cercano por un lado y, por otro, la búsqueda de texturas más mecánicas o industriales.
- el tramo final del taller se dedicará a la escucha en común de los registros y a introducir el trabajo de edición y su puesta en relación con la imagen.
- el taller se completará con el envío de una serie de documentos y anexos que ayuden a profundizar y/o contextualizar las prácticas y reflexiones que se generen.
MATERIALES
El taller proporciona el material, los equipos y las herramientas necesarias para la construcción de los micrófonos planteados. No obstante, si alguien prefiere utilizar su equipo (grabadora, auriculares, kit de soldadura...) puede traerlo al taller sin problemas.
CONSIDERACIONES:
-insistimos en que el eje del taller está en las aplicaciones de este tipo de registros al lenguaje y el relato audiovisual.
-queda claro que estos micrófonos no sustituyen en ningún sentido los usos y grabaciones con micrófonos comerciales de calidad.
-el taller se concentra en la construcción de micrófonos con un coste cercano a los 5€. De algunos de ellos se pueden desarrollar versiones con componentes de mayor calidad o variaciones más complejas que quedarán apuntadas. Las demos de sonido enlazadas a este taller son material en bruto grabado íntegramente con micrófonos como los que se propone construir.
-Esto no será un taller de soldadura ni de electrónica dogmático y fino. Quien lo imparte no es un experto en estos campos. Lo que se pretende es exponer una experiencia y unas inquietudes, compartir los resultados y las posibilidades.
-A pesar de la anterior confesión, vale la pena dar valor al aprendizaje técnico del taller. Los cables de audio y micrófonos son caros y delicados y ser capaz de montarlos y repararlos es bastante interesante.
REGISTROS PRECARIOS. El trabajo con micrófonos caseros de bajo coste supone aceptar un juego distinto, con otras reglas y en otro nivel, tanto en la grabación como en el montaje. A menudo requiere entrenar el oido para apreciar el valor de las imperfecciones y los accidentes, no sólo ni sobre todo el de los sonidos que perseguimos.
Seguramente también entramos en un contexto que nos lleva a relacionarnos con el sonido registrado desde una vivencia más física, túrbia, instrumental y fetichista, ambivalente respecto al valor de la fuente como interpretación. Tal vez un cambio provocado por el modo en que intentamos sentir o excitar las materias, los objetos, los espacios y los micrófonos. También por cómo el proceso impone una experiencia de la esencia eléctrica del registro.
Trabajar con micrófonos de contacto o hidrófonos sencillos supone abrirse a la intuición de no poder buscar los sonidos sólo con el oído. Hay que escuchar, más que nunca, a través del micro y confiar en la virtud de su humildad. El trabajo con binaurales -rudimentaria prótesis tecnológica- nos liga a los espacios a través de un recuerdo de distancias y dimensiones invocado en el fondo de cada reproducción y duramente vendido a las condicones de escucha. Grabar con una bobina inscribe un juego oscuro entre la energía de la máquina y nuestro gesto...
Así, una de las cuestiones que flotan en el discurso de este taller es cómo abrir al resto, a un público -o cerrar a un receptor inmanente-, las emociones y sensaciones que ha provocado un trabajo de registro que puede ser cautivador y extasiante pero también y por ello íntimo, incierto, frágil e incluso árido.... cómo evitar el artificio y transformar en necesidad de un relato y en carga estética y dramática de un trabajo audiovisual los resultados de esta exploración visceral y precaria.
Karlheinz Stockhausen, prefacio a la partitura de Mikrophonie I. 1964.
“Me había comprado un gran Gong para mi composición MOMENTE, y lo instalé en el jardín. Entonces hice gran cantidad de experimentos excitando el Gong con toda variedad de utensilios -de cristal, tarjetas, metal, madera, goma, plástico- que recogí alrededor de casa. Conecté un micrófono (con una sensibilidad marcadamente direccional) que sujeté en mi mano moviéndolo alrededor, conectado a un filtro eléctrico, cuya salida iba a un potenciómetro y entonces se hacía audible a través de un altavoz. Mi colaborador, Spek, estaba en casa y cambiaba la configuración del filtro y los niveles dinámicos, improvisando. Al mismo tiempo, grabamos el resultado en cinta. La grabación de este primer experimento microfónico fue un descubrimiento de gran importancia. Nosotros no habíamos pactado nada acerca de lo que debería hacer el otro. Yo usé algunos de los utensilios que tenía a mano siguiendo mi intuición, y al mismo tiempo auscultaba la superficie del Gong con el micrófono, como un doctor ausculta un cuerpo con un estetoscopio. Spek también reaccionaba espontáneamente a lo que oía como resultado de nuestra actividad combinada...”
La voz es el fantasma. ¿Cómo grabar limpiamente el chorro de una fuente en una plaza repleta de personas hablando, de niños jugando…? Podemos probar con un micrófono altamente direccional acercándolo a la fuente al máximo, evitando que se vea afectado por la humedad… También podemos colocar debajo del chorro un hidrófono simple que recogerá únicamente la caída del agua, ignorando cualquier voz y sonido propagados por el aire…
¿Cómo grabar el traqueteo de un tren desde el interior de un vagón atestado de gente? Una posibilidad sería un micro de contacto pegado a cualquier parte del vagón afectada por las vibraciones de su estructura….
No son decisiones evidentes. Nos trasladan de la escucha a la auscultación, a otro tipo de texturas, oscuras y despobladas.
Despoblar el sonido. La voz es el fantasma en un mundo de tonos sostenidos y percusiones, de materias tensándose, temblando y sacudiéndose, de interferencias y cargas, de turbulencias, burbujas y corrientes, donde el sentido de la escucha pasa a ser el tacto, el contacto. La voz es el fantasma, es un resto, una resonancia acariciando superficies y huecos o recorriendo hilos metálicos.
Hay otra voz fantasma. La que se incrusta en el espacio y lo posee. En las grabaciones binaurales nuestra voz habita junto a las otras un lugar y un momento concretos, con coordenadas, alturas y desplazamientos. Son huellas del cuerpo en el trazado de un paisaje (de su boceto embarullado) pegadas a otros sonidos que parecen también cristalizados en un recuerdo enormemente físico, dimensionado y a menudo personal.
En fin, la palabra microfonía no existe en el diccionario de la Real Academia. Existe en cambio en diccionarios médicos y su significado allí no deja de ser una pequeña perversión etimológica: “debilidad extrema de la voz”… un diagnóstico fatal para el vococentrismo audiovisual.
